Mayores costes de producción y descenso de precios: así afectará la guerra en ucrania a la venta de vivienda en españa

EMILIA ZAFRA, Madrid

La invasión rusa de Ucrania ha provocado un terremoto en los mercados financieros. Las consecuencias a medio y largo plazo son todavía impredecibles, aunque el impacto inmediato comienza a ser palpable y salpica, según coinciden los expertos, a todos los sectores económicos. Todavía es prematuro determinar cómo afectará la guerra al mercado inmobiliario español, pero los analistas consideran que sí resultará damnificado, principalmente, por el aumento del precio de los combustibles y de las materias primas, producto de las sanciones impuestas por Occidente para obligar a Rusia a poner fin al ataque.

Estos son algunos de los efectos que la guerra en Ucrania puede causar en el sector inmobiliario:

Viviendas nuevas más caras

El encarecimiento de la energía —gas, petróleo y electricidad— provocará una “subida de precios de los materiales de construcción, tanto por su producción como por su transporte, y afectará a su disponibilidad en el mercado”, sostiene la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Con suministros más caros y escasos, crecerán, según esta organización, los costes de producción, lo que tendrá un impacto “en el precio de la vivienda nueva, en el precio de las reformas y en los plazos de realización de obras y construcciones”.

Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) recuerdan que de Rusia y Ucrania se importan “materias primas indispensables”, como petróleo, hierro, acero, aluminio, madera y arcilla. Un incremento de sus precios, según consideran, es muy probable que repercuta en los costes de la construcción. 

A su vez, es probable que se revaloricen los inmuebles más eficientes desde un punto de vista energético, ya que permitirán a sus futuros dueños un ahorro en costes de energía a medio y largo plazo.

Caída de la demanda de vivienda

El incremento continuado de los precios —solo en febrero el IPC aumentó un 7,6% con respecto al mismo mes de 2021— tiene un impacto directo en el bolsillo del consumidor, lo que “debería provocar primero un parón de los precios de la vivienda usada en venta y alquiler, y luego, de prolongarse la situación, un escenario de bajadas de precios”, según analiza la OCU.

También podría afectar a la demanda de vivienda una subida de tipos de interés significativa, en gran medida porque la recuperación económica iniciada en 2021 estuvo impulsada por la gran inyección de liquidez de los bancos centrales y el mantenimiento de los tipos en niveles históricamente bajos. El temor a una gran crisis económica provocada por la guerra podría revertir esta tendencia. De hecho, el aumento de los tipos de interés ya ha empezado a notarse levemente en las hipotecas variables.

La vivienda, como valor refugio

Frente a los vaivenes de la Bolsa, la inversión en productos tangibles, como la vivienda, se convierte en un valor seguro. Fuentes de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario consideran que la probable bajada en el precio de la vivienda permitirá adquirir inmuebles a mejor precio y, por lo tanto, más rentables. Esta situación, previsiblemente, llevará a ahorradores e inversores a refugiarse en el mercado inmobiliario.

Demanda de fincas rústicas

Si la pandemia de coronavirus ya disparó el mercado del suelo rústico por la búsqueda de espacios al aire libre, la guerra en Ucrania puede acelerar esta tendencia. De acuerdo con el estudio de la OCU, la dependencia de suministros de cereales, sobre todo del trigo ruso y el aceite de girasol ucraniano, puede crear la necesidad de “asegurar la producción agroalimentaria de proximidad”.

Impacto limitado de la inversión rusa

Según los datos del Colegio de Registradores, los ciudadanos rusos adquirieron en 2021 un total de 1.301 inmuebles, lo que representa el 2,14% de las compraventas realizadas por los extranjeros en España, muy por detrás de los británicos y alemanes, cuyas transacciones superan el 10%. Si se tienen en cuenta las ventas totales, incluidas las de los españoles, el porcentaje cae al 0,23%. Este volumen de negocio indica que el sector inmobiliario no se verá muy afectado por las sanciones europeas contra los oligarcas rusos, que les impedirán que puedan invertir su dinero en la Unión Europea. Aunque en las zonas de la Costa del Sol, Valencia o Baleares, las regiones preferidas por los inversores rusos, el impacto puede ser algo mayor, especialmente en el mercado de lujo.

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