BEATRIZ ROJAS, Madrid
Este 16 de mayo se ha celebrado en todo el mundo el Día Internacional de la Luz. Y, aprovechando una fecha tan señalada, el premio Daylight Award 2022 ha anunciado a los ganadores de sus dos categorías, que honran a la investigación y la utilización de la luz del día tanto en la esfera científica como en espacios arquitectónicos.
Las galardonadas este año han sido las arquitectas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, socias cofundadoras de la empresa irlandesa Grafton Architects, y la académica suiza, neurobióloga e investigadora de la Universidad de Basilea Anna Wirz-Justice. Las tres se suman a una larga lista de premiados, merecedoras de un reconocimiento que se entrega hace más de cuatro décadas a quienes se dedican a investigar en torno a la luz solar y a incorporarla en su obra con el fin de mejorar el medio ambiente.
El jurado de esta edición ―formado por los arquitectos internacionales Anne Lacaton, Dorte Mandrup, Marilyne Andersen, Gerd Folkers, Russell Foster, Juhani Pallasmaa y Koen Steemers― destaca que las laureadas “no solo representan la excelencia profesional en la investigación y la práctica de la luz diurna, sino que además celebran la importancia de esta energía con su espíritu humanista y generoso”.
“Una cualidad intrínseca de su trabajo para mejorar la calidad de vida, e incluso con el objetivo de enaltecerla, es la incorporación de la luz del día”, continúa el jurado en su comunicado. “Es notable cómo aplican este enfoque con una profundidad de conocimiento y una amplitud de intenciones que pone de manifiesto la importancia de sus obras”.

No es la primera vez que Farrell y McNamara se hacen acreedoras de un galardón de estas características. Gracias al trabajo de la empresa que ambas fundaron hace más de 40 años en Dublín, el año pasado ganaron el Premio Stirling y un año antes fueron reconocidas con el Pritzker 2020, dos de las más prestigiosas condecoraciones en el mundo de la arquitectura.
Al referirse específicamente a su obra, el jurado del premio Daylight comenta: “Utilizan la luz natural para diferenciar y articular espacios de distinta importancia y atmósfera experiencial y funcional. Su proceso de diseño emplea la luz del día como un ingrediente integrado e irreemplazable, igual de esencial que la disposición espacial, el marco estructural y los sistemas técnicos”.

El jurado alabó también el trabajo de Wirz-Justice, en especial por su “investigación pionera sobre cómo el ritmo circadiano del cuerpo humano y el sueño están regulados por la luz”. Sus esfuerzos por destacar el rol de la luz solar como un estímulo biológico han tenido innumerables aplicaciones en arquitectura, como lo demuestra el diseño reciente de Grafton para el campus de UTEC en Lima y el trabajo de los ganadores anteriores Hiroshi Sambuichi y Juha Leiviskä.
Wirz-Justice y las fundadoras de Grafton Architects han recibido cada una un premio en efectivo de 100.000 dólares como parte del reconocimiento.